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Bizcocho Especiado de Auyama o Calabaza.

  • Foto del escritor: Paola Dimitri
    Paola Dimitri
  • 22 may 2019
  • 4 Min. de lectura

Si la auyama está en un lugar oscuro y fresco, se conserva en buen estado por al menos 5 meses!



Auyama de otoño

En noviembre pasado celebré Acción de Gracias en casa de mi hija en los Estados Unidos. Recuerdo la mesa, bellamente arreglada con varios tipos de calabazas, auyamas, como le llamamos en RD. Pasaron las fiestas y las auyamas se quedaron en la cocina, como esos trastos viejos que pasan de moda languideciendo en los rincones de un trastero. Regreso de visita a mediados de primavera y en la encimera de la cocina, protegidas del sol, alcanzo a ver a mis amigas de otoño. Un poco por curiosidad y otro poco por darle riendas sueltas a ese espíritu de reciclaje que se va adueñando de mi según pasan los años, decido cortar una de las auyamas y con sorpresa descubro que están en perfecto estado de conservación. Ni corta ni perezosa, las corto a mitad, les retiro las pepitas y las meto al horno con el corte contra la placa, a una temperatura de 350 ° F. En una hora la casa se inundó de fiesta, los azucares empezaron a caramelizar y sus aroma nos hicieron felices a todos. Terminada la cocción las deje enfriar en la misma placa de horno. Una vez frías, retiré la masa de la cáscara y ese puré lo envasé en bolsitas de congelación para su uso posterior en diversas recetas.


Una semana mas tarde mi nieta me dijo que le gustaba mucho en bizcocho de auyama. Recordé el tesoro escondido que había dejado en el congelador… Sin decir nada para no crear expectativas, me puse manos a la obra, a preparar un bizcocho de auyama.


Bizcocho recien horneado


Ingredientes

1 taza (2 barras/ 124 gr) de mantequilla a temperatura ambiente

2 ½ tazas (300 gr) de harina todo propósito, mas la cantidad adicional para espolvorear el molde engrasado.

2 charaditas de polvo de hornear

1 cucharadita de bicarbonato de sodio

2 cucharaditas de canela en polvo

½ cucharadita de nuez moscada en polvo

½ cucharadita de jengibre en polvo

¼ cucharadita de clavo dulce molido

½ cucharadita de sal

15 onzas de puré de auyama (1lata – 2 tazas aprox.)

¾ taza (180 gr) de buttermilk[i]

1 cucharadita de vainilla

1 ¼ tazas (250gr) de azúcar

3 huevos


Precalienta el horno a 350° F (177 ° C), engrasa el molde de bizcocho y agrega la harina necesaria para recubrirlo ligeramente.

En una fuente mezcla bien los ingredientes secos, harina, bicarbonato de sodio, polvo de hornear, canela en polvo, nuez moscada, jengibre, clavo dulce y sal. Y en otra,

los ingrediente líquidos: buttermilk, puré de auyama y la vainilla.

En un lebrillo grande, con la ayuda de un batidor eléctrico (aunque si no lo tienes da igual una varilla de cocina – te ayudara a hacer un poco de ejercicio, que nunca bien mal), mezcla la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar, hasta que la mezcla tome un tono amarillo pálido con una consistencia esponjosa (con el batidor eléctrico te tomará unos 3 minutos). Agrega los huevos hasta que queden bien incorporados y finalmente agrega la mezcla de la harina, dividida en tres porciones y la mezcla de los líquidos, dividida en dos porciones. Empieza con harina y termina con harina, intercalando cada vez. Bate solo hasta que esté mezclado, no es conveniente batir en exceso.

Transfiere la mezcla al molde que has previamente engrasado y llévalo al horno durante 45-50 minutos o hasta que la infalible prueba del palillo te diga que la masa está cocida. (pincha el bizcocho con un palillo y si sale limpio quiere decir que está listo).

Deja enfriar tu bizcocho en su molde, encima de una rejilla de cocina y luego desmolda en tu plato favorito. Cuando este completamente frío le podrás poner una cobertura de crema de queso o simplemente espolvorearlo con azúcar en polvo, de acuerdo a tu gusto.


A continuación te dejo una cobertura de crema de queso, rica y fácil de hacer.

Para ello necesitaras:

4 onzas (115 gr) de queso crema (tipo Philadelphia ) a temperatura ambiente

¼ cucharadita de vainilla

1 taza de azúcar en polvo

1 o 2 cucharadas de leche

Usa un batidor eléctrico y bate el queso, la vainilla y el azúcar. Luego le agregas la leche (1 o 2 cuchadas), de acuerdo a la consistencia que desees en tu cobertura.



[i]Buttermilk, su traducción literal es leche de mantequilla. Es justo el liquido que resulta de batir la crema de leche cuando se prepara la mantequilla . Este “suero” se usa en repostería para aumentar la esponjosidad y mejorar el sabor de los bizcochos y otras elaboraciones. Es de uso frecuente en la pastelería del Norte de Europa y las Islas Británicas, así como en algunas recetas dulces de Estados Unidos y Canadá.

Su aspecto es parecido a la leche desnatada (en realidad es eso), aunque su sabor es ligeramente amargo producido por el efecto de la maduración de la nata. Puedes usar como sustituto de una taza de buttermilk lo siguiente:

1. En una taza medidora pon 1 cucharada de vinagre blanco o de limón y completa la taza con leche entera. Mueve la mezcla y deja reposar 5 minutos.

2. Otra opción es sustituir por 1 taza de yogurt natural.

3. O bien, 1 taza de leche a la que agregaras una cucharadita de cremor tartaro.



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