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  • Foto del escritor: Paola Dimitri
    Paola Dimitri
  • 7 may 2019
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 10 sept 2019

Un plato saludable, fácil y sabroso.

Según nos cuenta la Enciclopedia de los Alimentos la alcachofa es una verdura de origen egipcio, reconocida por los griegos y romanos, a la cual otorgaban propiedades afrodisíacas. Perteneciente al genero Cynara se producen en todo el Mediterráneo. En la edad media no se consumian por que se creía que "incitaban a la lujuria"sin embargo en el Renacimiento Italiano se convierte en un alimento apreciado en las cortes de las distintas ciudades estado, sobre todo en Florencia. Fueron llevadas a Francia por Catalina de Medici, junto a muchas otras cosas con las que enriqueció la corte de Felipe II de Valois, su esposo. Hay datos de que en el 1530 ya crecían en Inglaterra, en el jardín de uno de los palacios de Enrique VIII. Y como otro dato curioso, fueron introducida a los EE.UU a través de la Louisiana por los franceses y en California por los españoles.


Esta verdura es una excelente fuente de Calcio y Fósforo, aunque contiene otros minerales importante para el buen funcionamiento del organismo con son: el Potasio, Hierro, Magnesio y Zinc. Proporcionando además un gran aporte en fibras, ya que contiene 11gr de fibra por cada 100 gr. de verdura.

Es importante señalarles que entre sus muchas propiedades, la alcachofa es: depurativa y diurética promoviendo con ello la perdida de peso; favorece la digestión de las grasas y Reduce el colesterol y los triglicéridos, entre otros.(#alimentosaludable #cocinasana #verdura)


Habiendo pasado revista a algunos datos históricos y de alimentación, les cuento esta anécdota personal del día en que mis hijas aprendieron a comer alcachofas, viendo televisión. No recuerdo que año sería, mi madre, de uno de sus viajes, había traído una semillas de alcachofas que plantó en su jardín de la casita en Tireo, en las montañas de la Cordillera Central en la Republica Dominicana. Las semillas encontraron buena tierra y mejor clima (en el trópico a 1,600 mts sobre el nivel del mar siempre es primavera) , creciendo hasta convertirse en plantas hermosas y fuertes que producían alcachofas sin parar y que de no recogerlas maduraban y seguían esparciendo semillas hasta convertirse en una verdadera plaga en todo el jardín. Finalmente, un poco por apatia y otro poco por ignorancia, terminaron por degenerar en el mas vulgar de los cardos de las que son parientes.


Con la primera producción mi madre nos mandó a casa unas 20 o 30 alcachofas, que mas que alegría me produjeron espanto, pues en casa a nadie mas que a mi gustaban. Ya me veía comiendo alcachofas de desayuno, comida y cena y la verdad es que la perspectiva no me hacia mucha gracia. Mientras pensaba que haría con la provisión, puse una gran olla de agua a hervir con la finalidad de escaldarlas. En ese momento me dije: unas las reservare para hacer conserva, y unas pocas me las comeré deshojándolas con una rica vinaigrette… Me puse manos a la obra y la preparé mi "salsita" con aceite, vinagre de vino, como marca la tradición, permitiéndome agregarle mostaza en granos, sal, pimienta y tomillo. (#vinagreta #alcachofa)


No recuerdo que estaban poniendo en TV ese día que habíamos quedado mis hijas y yo en ver juntas. Llegada la hora del programa me senté delante de la pantalla armada con un plato, tres alcachofas y un pozuelito de vinagreta . Cual no seria el gusto con que estaba deshojando y salseando cada hoja, que las chicas, movidas mas por la curiosidad ante mi deleite que por el aspecto de las verduras en sí, se decidieron a probar eso que le gustaba tanto a mamá. De pronto las manos empezaron a crear confusión en mi plato asi que les dije que cada quien se buscara su ración para poder ver en paz el programa, sin disturbios ni arremolinamientos. Y así pasó… Cuando terminamos de ver la TV, también nos habíamos acabado las alcachofas… Entonces mi preocupación fue otra… Por fortuna esa sobre dosis no tuvo consecuencias!


La receta que les dejo a continuación la pueden preparar con alcachofas en conserva, si es así, omitirán el paso del jugo de limón ni el agua. Aunque trabajen un poco mas, les recomiendo hacerla con alcachofas frescas que estaran mucho mas gustosas. Para hermosear las alcachofas les comparto un el video.



Alcachofas con Jamón



Ingredientes

4 alcachofas grandes

100 gr de jamón serrano en taquitos

2 lonjas de jamón serrano para decoración

2 dientes de ajo

1/2 cebolla blanca pequeña

Aceite de oliva EVO

Jugo de medio limón

Perejil picadito


Preparación

Filetear unos ajos y saltearlos con la cebolla picadita y los taquitos de jamón hasta que estén dorados, agregar los corazones de alcachofas, el jugo de medio limón y un poco de agua. Dejar cocer a fuego lento unos 10 min. Para terminar espolvorear un poco de perejil picadito, rectificar la sal y servir.


Buen provecho!



Mi amiga Angela me invitó al mercado de productores de la asociación "Campagna Amica"que cada miércoles monta sus bancos de venta de productos agrícolas producidos a Km 0. Como estamos en cambio de estación aun quedan algunos calabacines, melocotones, ciruelas y empiezan a hacer su entrada las calabazas (auyamas), las verduras de otoño y la llamativa lombarda con su hermoso color violeta ! Como comprenderán me dejé tentar por las bondades de la nueva estación y llegué a casa cargada de hojas (achicoria, col negra, acelgas, catalonias, etc.) berenjenas, manzanas recién cosechadas y desde luego una llamativa lombarda !


Aquí les dejo pues una sencilla y sabrosa receta con la lombarda, que puede ser servida como ensalada templada o como guarnición de algún asado rico.


Ensalada templada de col lombarda


Ingredientes

20 gr. de aceite de oliva (EVO) - 3 cucharadas aprox.

1 cebolla roja cortada en cubitos

400 gr de lombarda (repollo morado) cortado fino

1 cucharada de azúcar

1/4 cucharadita de malagueta en polvo (pimienta de Jamaica)

sal y pimienta al gusto

1/2 taza de vinagre de manzana


Preparación


Calienta en aceite en una sartén de fondo pesado, sofríe la cebolla hasta que se dore, sin quemar, agrega la lombarda, la sal, azúcar y especias, saltea un par de minutos y agrega el vinagre de manzana.  Tapa la sartén y deja cocinar a fuego lento por unos 12 a 15 min.

Y listo!!!! Sírvelo templado... Está de cine! Si tienes alguna duda déjame un mensaje que te responderé lo mas rápidamente

  • Foto del escritor: Paola Dimitri
    Paola Dimitri
  • 29 ene 2021
  • 4 Min. de lectura

Al estilo Starbucks (con algunas modificaciones propias)...



Bizcocho acabado de hornear, no hay mejor ambientador para la casa.
Un bizcocho de limón para olvidarse de las penas...

Tenia hambre, estaba en el aeropuerto de Miami esperando mi vuelo de regreso a casa. En la terminal donde me encontraba habían muy pocas opciones apetecibles, así que me encaminé hacia el único lugar que reconocí en busca de un café con leche y un bizcocho que aplacara mi necesidad. Recuerdo que mamá siempre decía que un café con leche y un pedazo de bizcocho puede ser una cena, yo voy mas lejos, puede ser incluso una comida cuando el hambre aprieta.


Me acerque a Stabucks, ordené mi "flat white" Grande... un vaso de café con leche en buen español; la chica de mostrador, gentil y cercana, me intentaba vender galletitas de avena, muffins o un bocadillo con el que acompañar mi bebida. Sin embargo, del otro lado del cristal un trozo de torta reclamaba mi atención “chillándome” a la vista. Me dejé seducir por el bizcocho... se veía apetecible, húmedo, suave, con ese color amarillo que dan los huevos de granja, coronado con una capa nívea de glasa de azúcar, con esa sencillez de lo casero, de lo entrañable que te recuerda el calor de la cocina de la casa de la abuela… pague la cuenta y me alejé buscando un lugar tranquilo, alejado del bullicio y la gente, donde disfrutar de mi café con leche y descubrir lo que tenia que decirme la torta...


El primer mordisco me dejó sorprendida, una explosión de sabores se adueño de mis papilas gustativas, en mi cabeza crítica escuchaba un : no te dejes engañar, ese sabor es solo una trampa del hambre! Di un segundo mordisco y la cosa se hizo todavía mejor... no quería que la torta terminase, saboreaba cada trozo buscando sacar ese gusto untoso y dulce de la mantequilla que unida a la ralladura de limón hacían saltar chispas cítricas de cada migaja. Me pareció un sabor redondo, un sabor dentro de un sabor. De pronto pensé en correr de nuevo al mostrador y comprarme no uno, sino dos trozos de esas maravilla... seguí mi impulso, de un bocado devoré lo que me quedaba en la cajita desechable y fui en búsqueda de una nueva ración. La fila parecía no tener fin, cuando llegó mi turno pedí con reverencia el “lemon pound cake” y la respuesta que recibí me dejo desolada, se había terminado, la reposición llegaba en media hora... mientras tanto, mi café con leche se había enfriado… y en veinte minutos empezaban a llamar al abordaje de mi vuelo... era casi una pesadilla! Así que me alejé con todas mis ganas en la boca y mi café con leche frío a buscar en los verigüetos de la Red la receta de ese maravilloso pound cake para repetirlo en casa.


Finalmente lo encontré, lo he hecho varias veces con algunas adecuaciones propias, el resultado lo comparto con ustedes, esperando que se convierta en su nuevo bizcocho favorito!


Ingredientes


Para el Bizcocho:

· 3 huevos

· 1 taza de azúcar blanca

· 1 taza de crema agria o de yogurt griego

· ½ taza de aceite vegetal

· 2 cucharadas de ralladura de limón (limón amarillo)

· 2 cucharadas de extracto de limón o 2 gotas de aceite esencial de limón para uso de pastelería.

· 1 ½ tazas de harina de repostería

· 2 cucharaditas de polvo de hornear

· ½ cucharadita de sal


Para la glasa de limón:

· 1 taza de azúcar impalpable

· 2-3 cucharadas de zumo de limón


Instrucciones

1. Precalentar el horno a 350° F (180°C aprox.. ). Engrasa un molde para pan de 9 x 5 pulgadas y agrega un poco de harina para que tu bizcocho no se pegue.

2. En un bol grande, bate vigorosamente los huevos, el azúcar, la crema agria y enaceite hasta que quede una mezcla suave. Agrega la ralladura de limón y el extracto, mézclalo bien .

3. Luego, mezcla y cierne la harina, la sal y el polvo de hornear y agrégalo a la mezcla de los huevos hasta que este todo combinado, no importa si tiene un poco de grumos. Vierte la masa en el molde de pan que preparaste. Hornea durante 50 o 52 minutos ( de acuerdo a tu horno)

4. Pon el bizcocho a enfriar en una parrilla de alambre por lo menos durante 30 minutos antes de ponerle la glasa

5. Para la glasa, en un bol mediano combina el azúcar en polvo (o azúcar impalpable) con una cucharada de zumo de limón hasta que se forme una mezcla suave. Ve añadiendo el zumo de limón poco a poco de acuerdo a la consistencia que desees en la glasa. A mi me gusta que quede espesa así que por lo general no uso mas de dos cucharadas.

6. Cubre el bizcocho con la glasa antes de cortarlo. Este pastel te puede durar a temperatura ambiente, 3 días; si lo pones en el congelador te dura hasta 6 meses, solo tienes que recordar sacarlo 2 horas antes de que lo vayas a usar.


Preparate un cafe con leche o un té, corta un trozo de la torta y disfruta de la vida!

 
 
 

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