Pound Cake de Limón
- Paola Dimitri
- 29 ene 2021
- 4 Min. de lectura
Al estilo Starbucks (con algunas modificaciones propias)...

Tenia hambre, estaba en el aeropuerto de Miami esperando mi vuelo de regreso a casa. En la terminal donde me encontraba habían muy pocas opciones apetecibles, así que me encaminé hacia el único lugar que reconocí en busca de un café con leche y un bizcocho que aplacara mi necesidad. Recuerdo que mamá siempre decía que un café con leche y un pedazo de bizcocho puede ser una cena, yo voy mas lejos, puede ser incluso una comida cuando el hambre aprieta.
Me acerque a Stabucks, ordené mi "flat white" Grande... un vaso de café con leche en buen español; la chica de mostrador, gentil y cercana, me intentaba vender galletitas de avena, muffins o un bocadillo con el que acompañar mi bebida. Sin embargo, del otro lado del cristal un trozo de torta reclamaba mi atención “chillándome” a la vista. Me dejé seducir por el bizcocho... se veía apetecible, húmedo, suave, con ese color amarillo que dan los huevos de granja, coronado con una capa nívea de glasa de azúcar, con esa sencillez de lo casero, de lo entrañable que te recuerda el calor de la cocina de la casa de la abuela… pague la cuenta y me alejé buscando un lugar tranquilo, alejado del bullicio y la gente, donde disfrutar de mi café con leche y descubrir lo que tenia que decirme la torta...
El primer mordisco me dejó sorprendida, una explosión de sabores se adueño de mis papilas gustativas, en mi cabeza crítica escuchaba un : no te dejes engañar, ese sabor es solo una trampa del hambre! Di un segundo mordisco y la cosa se hizo todavía mejor... no quería que la torta terminase, saboreaba cada trozo buscando sacar ese gusto untoso y dulce de la mantequilla que unida a la ralladura de limón hacían saltar chispas cítricas de cada migaja. Me pareció un sabor redondo, un sabor dentro de un sabor. De pronto pensé en correr de nuevo al mostrador y comprarme no uno, sino dos trozos de esas maravilla... seguí mi impulso, de un bocado devoré lo que me quedaba en la cajita desechable y fui en búsqueda de una nueva ración. La fila parecía no tener fin, cuando llegó mi turno pedí con reverencia el “lemon pound cake” y la respuesta que recibí me dejo desolada, se había terminado, la reposición llegaba en media hora... mientras tanto, mi café con leche se había enfriado… y en veinte minutos empezaban a llamar al abordaje de mi vuelo... era casi una pesadilla! Así que me alejé con todas mis ganas en la boca y mi café con leche frío a buscar en los verigüetos de la Red la receta de ese maravilloso pound cake para repetirlo en casa.
Finalmente lo encontré, lo he hecho varias veces con algunas adecuaciones propias, el resultado lo comparto con ustedes, esperando que se convierta en su nuevo bizcocho favorito!
Ingredientes
Para el Bizcocho:
· 3 huevos
· 1 taza de azúcar blanca
· 1 taza de crema agria o de yogurt griego
· ½ taza de aceite vegetal
· 2 cucharadas de ralladura de limón (limón amarillo)
· 2 cucharadas de extracto de limón o 2 gotas de aceite esencial de limón para uso de pastelería.
· 1 ½ tazas de harina de repostería
· 2 cucharaditas de polvo de hornear
· ½ cucharadita de sal
Para la glasa de limón:
· 1 taza de azúcar impalpable
· 2-3 cucharadas de zumo de limón
Instrucciones
1. Precalentar el horno a 350° F (180°C aprox.. ). Engrasa un molde para pan de 9 x 5 pulgadas y agrega un poco de harina para que tu bizcocho no se pegue.
2. En un bol grande, bate vigorosamente los huevos, el azúcar, la crema agria y enaceite hasta que quede una mezcla suave. Agrega la ralladura de limón y el extracto, mézclalo bien .
3. Luego, mezcla y cierne la harina, la sal y el polvo de hornear y agrégalo a la mezcla de los huevos hasta que este todo combinado, no importa si tiene un poco de grumos. Vierte la masa en el molde de pan que preparaste. Hornea durante 50 o 52 minutos ( de acuerdo a tu horno)
4. Pon el bizcocho a enfriar en una parrilla de alambre por lo menos durante 30 minutos antes de ponerle la glasa
5. Para la glasa, en un bol mediano combina el azúcar en polvo (o azúcar impalpable) con una cucharada de zumo de limón hasta que se forme una mezcla suave. Ve añadiendo el zumo de limón poco a poco de acuerdo a la consistencia que desees en la glasa. A mi me gusta que quede espesa así que por lo general no uso mas de dos cucharadas.
6. Cubre el bizcocho con la glasa antes de cortarlo. Este pastel te puede durar a temperatura ambiente, 3 días; si lo pones en el congelador te dura hasta 6 meses, solo tienes que recordar sacarlo 2 horas antes de que lo vayas a usar.
Preparate un cafe con leche o un té, corta un trozo de la torta y disfruta de la vida!
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