top of page

Lasagna, una comida de domingo.

  • Foto del escritor: Paola Dimitri
    Paola Dimitri
  • 10 oct 2019
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 12 ene 2021

Cuando el domingo era el verdadero día de estar en familia, nos reuniamos todos en torno a la mesa.



Una receta sencilla con todo el sabor familiar
Lasaña de espinacas y salchicha italiana.

Sin hacer una apología del pasado, a veces me llegan recuerdos de mis años infantiles donde descubro el por qué de muchas de mis actitudes de hoy. Tengo que admitir que esos recuerdos y vivencias me hacen anhelar esos días cuando era feliz e indocumentada. Guardando las distancias trato de replicarlos en mi día a día, recuperando con ellos un poco del estilo de vida de entonces, mas lento, mas personal, mas natural, por usar una palabra que lo abarque todo.


En los últimos 50 años las cosas han cambiado con tanta rapidez que no hemos tenido el chance de crear costumbres. Por fortuna, parece que nos hemos percatado de la velocidad en que ocurren las cosas y hemos empezado a valorar nuestro tiempo de una manera diferente, eso es lo que persigue el movimiento “slow”. Recuperar nuestro tiempo para la ser felices, para tener familia, para disfrutar de la vida.


Antes, en mi infancia, en la semana se trabajaba sin horario, los sábados eran de limpieza y compras y los domingos la mesa se vestía de fiesta para celebrar la vida en familia. Los domingos mientras los adultos hablaban de sus cosas, recordando anécdotas familiares, comentando noticias y libros, hablando de política (primero en voz baja y luego con mucha mas libertad), los niños jugábamos por los alrededores centrándonos en nuestras propias historias, aunque de soslayo se colaban en nuestros juegos palabras, frases, ideas, opiniones que sin darnos cuenta se instalaban en nuestro interior definiendo de manera casi casual lo que seriamos y somos.


La cerveza fría, el vermú Cinzano, la sangría hecha con un vino cabezón, siempre estaban listas esperando a los habituales, mi abuela, mi tía y su hijo, los padrinos, alguna pareja de amigos de mis padres, con sus hijos… en fin que el domingo siempre éramos muchos… tantos que mas de una vez pensé que mi madre tenia el don de la “multiplicación de los panes y los peces”…


Uno de los platos habituales era la lasaña que se alternaba con la pasta, con salsas diversas, domingo tras domingo. Una receta precisa no la puedo dar, solo recuerdo el sabor entrañable, meloso y equilibrado, de todas sus versiones, lasaña de carnes o de verduras, de quesos o embutidos, y las mas especiales la de “las sobras” de la semana. Si, sobras… en casa se reciclaba todo, como buenos hijos de la guerra, mis padres consideraban aberrante el desperdicio, así que la carne o pollo que sobraba de las comida de semana era conservado en el congelador terminando por formar parte del "pasticcio" de los domingos.


La lasaña es un plato contundente y completo. Es uno de los símbolos de la “italianidad” . Su historia de larga data se remonta a los romanos con el “pasticcio de Apicio” en la zona de Bolonia y el “laganon o lagana” en la zona de Napoles. La receta que les dejo hoy es una rica lasaña de espinacas y salchichas italianas, aunque si la deseas mas ligera puedes siempre cambiar la salchicha por una buena ricotta fresca.


Ingredientes:


8 hojas di lasaña seca precocida

1 Lib. (500 g) de espinacas fresca

½ cebolla amarilla picadita

3 salchichas italianas

4 Ons (100 g) de provola

250 ml de salsa bechamel


Procedimiento:


Lava las espinacas y cuécelas en un poco de agua luego cuélalas tratando de eliminar la mayor cantidad de agua posible. En una sartén sofríe las cebollas picadas hasta que empiecen a caramelizar, agrega las espinacas para que terminen de secar el agua que puedan tener. No las dejes mucho tiempo, 1 minuto es suficiente para que se mezclen los sabores.


Desmenuza las salchichas y saltéalas en una sartén con tapa, hasta que estén cocidas. En una ollita prepara tu salsa bechamel con 1 cucharadita de mantequilla, 2 cucharadas rasas de harina, 250 ml de leche entera un poco de sal y una pizca de nuez moscada. Dora las cucharadas de harina en la mantequilla, agrega los demás ingredientes mezclando vigorosamente con una varilla de cocina para evitar que se formen grumos en la salsa.


Empieza a componer tu lasaña. Engrasa la fuente, coloca las dos primeras hojas, pon una capa de bechamel, la mitad de las espinacas, la mitad de las salchichas salteadas, la mitad del queso provolone (provola) y otro poco de bechamel. Cubre con otro par de hojas de pasta y repite la operación otra vez. Cubre con las ultimas 2 hojas de pasta y termina bañándolas con lo que te quede de la salsa bechamel, un poco pedacitos de mantequilla o un poco de aceite de oliva y un poco de queso parmesano.


Hornea en el horno pre calentado a 180°C por 25 min o de acuerdo a las especificaciones del fabricante de la pasta.


Buen apetito!

Comments


© 2023 by APPETIZING ADVENTURES. Proudly created with Wix.com

bottom of page